El año 2020 será recordado por muchas razones y en lo que atañe a nuestra industria (gestores de capital), supondrá en muchos casos una referencia para distinguir estilos.

Las diferencias en los resultados de los distintos estilos de gestión no han podido estar más polarizadas. Nosotros nos centramos en la búsqueda de empresas de calidad, aquellas que hasta en los peores momentos salen reforzadas (como este año). Gracias a ello, cerramos el 2020 con una rentabilidad neta del 18,29%, destacando además que nuestra exposición al dólar americano (a consecuencia de nuestras posiciones en empresas americanas) nos ha restado casi un 9%. Muchos profesionales se centran en seguir distinguiendo entre gestores value y gestores growth y como cada inicio de año, podemos ver numerosos artículos de opinión debatiendo sobre qué estilo puede hacerlo mejor en 2021.

La última carta publicada Howard Marks (Oaktree Capital) no ha podido venir en mejor momento y recomiendo su lectura a todos los profesionales y a los no profesionales. Me van a permitir que utilice parte de su argumentario en esta carta, pero soy de los que piensa que es mejor referenciar lo perfecto, que tratar de mejorar lo que no se puede expresar mejor.

Al igual que Howard Marks, somos de los que piensan que el mundo de la inversión evoluciona diariamente, pero no porque los cálculos del valor objetivo o el margen de seguridad sean diferentes (que también) pero, sobre todo, porque

las empresas en las que invertimos evolucionan y el gestor que no se adapta a ellas obtendrá, probablemente, retornos por debajo de la media.

La categorización entre value y growth ha dejado de ser útil para, desde mi humilde punto de vista, necesitar distinguir entre empresas cíclicas y el resto. Soy de los que piensa que la inversión en empresas cíclicas debería ser realizada por aquellas personas con un profundo conocimiento macroeconómico, puesto que son empresas en las que timing juega un papel fundamental y no generan (salvo contadas excepciones) valor a largo plazo.

Con el fin de ser más gráfico podríamos utilizar el ejemplo de una naranja.

Desde Beka Asset Management, no invertimos en empresas en las que las que tenemos certeza de que el zumo que exprimimos tiene un límite (precio objetivo) sino en aquellas en las que, dándonos el mejor zumo, éste no se acaba y no necesitamos buscar otra naranja que seguir exprimiendo (precio objetivo al alza constantemente).

Con esta premisa, no quiero decir que las empresas cíclicas no tengan su lugar en determinadas carteras o que éstas no vayan a tener periodos en los que sus retornos sean superiores a la media. Lo que sí tengo claro es que las métricas que BEKA INTERNATIONAL SELECT EQUITIES, FI se utilizan para determinar si el mercado está caro o barato respecto al pasado han quedado en muchos casos desfasadas, de la misma manera que nuestra manera de vivir no tiene nada que ver con la de hace 50 años. No podemos pensar que porque el S&P 500 esté a PER superior a la media de los últimos 50 años ya es caro, principalmente, porque su composición sectorial y la situación de los tipos de interés es muy diferente. ¿Comprarían ustedes al mismo precio Ford y Amazon?

Hemos pasado de un mundo dominado por los activos fijos a un mundo dominado por los activos intangibles.

No podemos ignorar o rechazar esta realidad, y por lo tanto no podemos renunciar a invertir en empresas que cuentan con una gran proporción de activos intangibles como es el caso de, por ejemplo, Open Lending (top 10 de nuestra cartera). Son empresas que generan mejores márgenes, mayores retornos sobre el capital empleado y con mayor capacidad de crecimiento que las empresas con mayores activos fijos. Es cierto que esto implica que las barreras de entradas son más difíciles de mantener en tiempo y por ello, la tarea de gestión es infinitamente más complicada que hace 50 años.

Los gestores nos tenemos que acostumbrar a que el análisis de la disrupción y su efecto en las empresas es parte de nuestro trabajo en lugar de rechazarla.

En lo referente a nuestra cartera, hemos dedicado una parte importante de nuestro tiempo durante este último trimestre a entender las salidas a bolsa a través de SPACs. Hemos llegado a la conclusión de que es un modelo que presenta muchas ventajas tanto para inversores como para determinadas empresas y que, por ello, su volumen será considerable en el futuro. Para nosotros y dado que muchos fondos y gestores no buscan ideas en este sector, supone una oportunidad para generar retornos con limitado riesgo.

En la cartera tenemos dos de estas compañías, Northern Star Acquisition Corp y Altimar Acquisition Corp. Las compañías resultantes, Bark y Blue Owl respectivamente, ofrecen un potencial retorno muy atractivo en función del riesgo asumido. Creo que es un buen ejemplo de nuestro modelo de gestión. Mientras otros dedican tiempo a criticar o a vaticinar la burbuja de IPOs o SPACs, nosotros preferimos estudiar en profundidad su funcionamiento, olvidarnos del ruido mediático y encontrar rentabilidad donde otros optan por no mirar (en nuestro caso Palantir y Open Lending).

Preferimos estudiar en profundidad su funcionamiento, olvidarnos del ruido mediático y encontrar rentabilidad donde otros optan por no mirar.

Para finalizar, todo el equipo y yo mismo, les agradecemos la confianza depositada en nosotros.

Si bien los resultados de 2020 han sido excelentes, somos los primeros que no nos conformamos y seguiremos buscando las mejores empresas para obtener retornos satisfactorios para todos los partícipes.

Javier Martín, CFA - Chief Investment Officer. Equities - Beka Asset Management

CARTA Y COMENTARIO 2S - Beka International Select Equities, FI.

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