Ahorrando cuanto más joven mejor e invirtiendo dicho ahorro desde el inicio con una visión de largo plazo de forma que nos podamos beneficiar del efecto de la capitalización compuesta

De forma breve podemos responder a la pregunta con la que titulamos este artículo de la siguiente forma:

“Ahorrando cuanto más joven mejor e invirtiendo dicho ahorro desde el inicio, con una visión de largo plazo de forma que nos podamos beneficiar del efecto de la capitalización compuesta”.

Pero expliquemos, paso a paso, los tres elementos determinantes para lograr el éxito de este objetivo y lograr obtener un ahorro relevante para el futuro (como puede ser el momento de nuestra jubilación):

  • la capacidad de ahorro periódica que pueda tener cada individuo
  • el tiempo que se mantiene invertido
  • la rentabilidad que se obtiene durante la inversión

Un elemento básico para comprender la importancia de cómo afecta el tiempo a nuestros ahorros, es entender en qué consiste la Capitalización Compuesta y ver en un ejemplo práctico cómo nos ayudará a que nuestro ahorro sea mayor en el largo plazo.

¿Qué es la Capitalización Compuesta?

La “capitalización compuesta”, explicada de forma sencilla, consiste en obtener rentabilidad sobre rentabilidades anteriores. Es decir, intereses sobre intereses. Y si esto lo aplicamos en el largo plazo, podremos obtener rentabilidades muy superiores sobre la inversión inicial que en el caso de la “capitalización simple”.

El concepto opuesto es el de “la capitalización simple”, donde periódicamente se cobran los intereses y no se acumulan a la inversión. La cantidad que tenemos invertida es siempre la misma, al contrario que en “la capitalización compuesta” que aumenta nuestro rendimiento, al sumarle al principal, los intereses que vas obteniendo.

Ejemplos del efecto de la Capitalización Compuesta

Para ver de forma gráfica el efecto de la capitalización compuesta, vamos a plantear tres ejemplos de ahorradores-inversores con una vida laboral amplia de 45 años:

  • Inversor 1: Ahorra 10 años al inicio de su vida laboral.
  • Inversor 2: Ahorra 20 años, desde al año 11 al 30 de su vida laboral.
  • Inversor 3: Ahorra 30 años, el período más largo, pero comienza durante los últimos años de vida laboral.

En la siguiente tabla vemos cómo evoluciona el patrimonio de cada uno. En este ejercicio hemos aplicado la rentabilidad del MSCI World durante la última década (el MSCI World de 2010 a 2020 obtuvo una extraordinaria rentabilidad anualizada del 10,88%).

Resultados:

  • Inversor 1: Ahorra 1.000 euros durante los 10 primeros años de su vida laboral (10.000 €) y mantiene la inversión durante toda su vida laboral.
Importe obtenido al final: 684.692 €

Este mismo inversor obteniendo las mismas rentabilidades, pero sin el efecto de la capitalización compuesta (capitalización simple) hubiese obtenido un importe de 54.064 €.

  • Inversor 2: Ahorra 1.000 euros durante 20 años de su vida laboral (20.000 €) pero dado que comienza de forma más tardía a ahorrar, los mantiene menos tiempo que el inversor 1.
Importe obtenido al final: 330.543 €

En este caso, con capitalización simple hubiese obtenido 75.488 €.

  • Inversor 3: Ahorra 1.000 euros durante los últimos 30 años de su vida laboral (30.000€), y dado que comienza más tarde a ahorrar el período de mantenimiento de la inversión en este caso es el más bajo de los tres.
Importe obtenido al final: 215.659 €

En este caso, con capitalización simple hubiese obtenido 80.592€.

El inversor 1, que es el que antes empezó a ahorrar, obtuvo una cantidad para su jubilación muy superior (684.000 €) frente a los otros dos inversores, que obtuvieron 330.000 € y 215.000 € respectivamente y con una cantidad invertida inicial mucho menor, (10.000 € vs 20.000 € y 30.000 €).

Como podemos ver en este ejemplo, con esa rentabilidad esperada y con el efecto de la capitalización compuesta, el tiempo que transcurre desde que realizamos nuestra inversión hasta el momento que la retiramos es decisivo.

Veamos ahora, la importancia que tiene la elección de los activos en los que invertimos y su rentabilidad, en lugar de tomar como referencia la rentabilidad del 10,88% correspondiente al MSCI World de la última década, vamos a utilizar el 8,30% como rendimiento, que corresponde con la rentabilidad anualizada del índice Dow Jones, el índice más antiguo de la bolsa de New York para los últimos 100 años (24/02/1921 a 23/02/2021). Los resultados de nuestro ejemplo en este caso serían:

  • Inversor 1: Ahorra 1.000 euros durante los 10 primeros años de su vida laboral (10.000 €) y mantiene la inversión durante toda su vida laboral.
Importe obtenido al final: 259.288 €

Este mismo inversor obteniendo las mismas rentabilidades, pero sin el efecto de la capitalización compuesta hubiese obtenido un importe de 43.615 €.

  • Inversor 2: Ahorra 1.000 euros durante 20 años de su vida laboral (20.000 €) pero dado que comienza de forma más tardía a ahorrar, los mantiene menos tiempo que el inversor 1.
Importe obtenido al final: 169.442 €

En este caso, con capitalización simple hubiese obtenido 62.330 €.

  • Inversor 3: Ahorra 1.000 euros durante los últimos 30 años de su vida laboral (30.000€), y dado que comienza más tarde a ahorrar el período de mantenimiento de la inversión en este caso es el más bajo de los tres.
Importe obtenido al final: 129.645 €

En este caso, con capitalización simple hubiese obtenido 68.595 €.

 

Cómo podemos ver las rentabilidades anuales que obtengamos para nuestra inversión tienen un peso muy relevante en el resultado final. Históricamente la renta variable, de forma global, ha obtenido rendimientos superiores a los de la mayor parte del resto de activos, pero es importante recordar que “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”.

Con todo ello podemos concluir, que establecer un plan de inversión en renta variable con un horizonte de largo plazo sin dejarnos llevar por la volatilidad diaria del mercado y comenzar a invertir cuanto antes son los ingredientes para tratar de hacer crecer nuestros ahorros para momentos futuros, como puede ser el momento de nuestra jubilación, contando con la ayuda de la capitalización compuesta.

 

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Fernando Cifuentes - Director. Open-end Funds. Beka Asset Management