El alza de las materias primas ha fomentado el atractivo del sector agrícola, que, hoy en día, expone diversos retos en los que la tecnología e innovación juegan un papel clave.

El impacto de la agricultura sobre la explosión demográfica mundial -que demanda un mayor número de alimentos de calidad-, la subida de los precios de los alimentos a causa de la inflación o la problemática del relevo generacional en este sector son algunos de los motivos por los que, Gonzalo Ortiz de Vigón, Director Comercial de Beka Asset Management, considera que el sector agrícola requiere «una imperiosa necesidad de reconversión».

Una necesidad que lo hace interesante para invertir por medio de oportunidades como el Beka & Bolschare Iberian Agribusiness Fund, FCR, un fondo de capital riesgo cuyo objetivo es desarrollar cultivos en España y Portugal con visibilidad de flujos de caja a largo plazo y que además puede beneficiarse de una exposición a un sector de la economía más que real.

Tecnología, innovación y Big Data para afrontar estos retos

Poniendo el foco en el marco de la Península Ibérica, siendo extrapolable este espejo a otras geografías, este sector continúa siendo tradicional, ya que en él aún se encuentran «explotaciones de reducido tamaño con poca posibilidad de introducir economías de escala que los eficienticen, además de una edad media del agricultor por encima de los 60 años y con escaso relevo generacional».

De suma relevancia para la subsistencia del ser humano, los retos se presentan de forma presta debido a una de las causas anteriormente comentadas: la sobrepoblación mundial, dado que en el presente coexisten 8 billones de habitantes y se estima que la cifra se incrementará en 10 billones para el 2050.

Sumado a este impasse, Gonzalo recalca el considerable incremento del poder adquisitivo de la clase media, ya que, bajo su punto de vista, «la agricultura deberá hacer frente» a través de nuevos frutos y alimentos de calidad que «satisfagan su demanda».

El sector agrícola cada vez estará más supeditado a esta espiral de factores, por lo que, a la hora de afrontar estos retos, «la innovación, la tecnología y el Big Data» se presentan como herramientas claves para afrontarlos, según Ortiz de Vigón.

Estas herramientas ya «han llegado al campo» y están creando «plantas más eficientes y resistentes a variaciones climáticas y enfermedades», haciendo posible «nuevos marcos de cultivos», los cuales, anteriormente, solo «eran vistos en cultivos muy específicos como la vid», buscando la eficiencia de los «recursos que cada planta necesita en materia de agua y fertilizantes», además de «mejorar los costes y la producción por hectárea».  

En lo que respecta a la sostenibilidad, a la manera de ver de Beka Asset Management, es relevante «hacer las cosas no sólo con rendimiento económico, sino teniendo en cuenta que queremos dejar a nuestros nietos un mundo mejor al que tenemos». En atención a lo cual, el papel de la maquinaria en la actualidad, no solo «resuelve un problema grave del campo, que es la falta de personal, también lo hace un sector más atractivo por la necesidad del conocimiento e innovación», por lo que esperan que genere interés en las nuevas generaciones como así lo estamos viendo.

Una fotografía que se acentúa bajo el escenario que nos acontece, en el que toman un especial protagonismo los precios, los procesos nocivos de cultivo y la crisis climática, poniendo de manifiesto, en palabras del director comercial de Beka Finance, «los problemas que los agricultores llevan abanderando muchísimos años». Dificultades que se han perpetuado durante las últimas cinco décadas y que necesitan un cambio estructural ante el cambio de paradigma actual. Una cuestión candente que ha vuelto a ocupar «las primeras planas de informativos y diarios».

Un sector en el que invertir a través de la gestión activa

A la hora de invertir en el sector agrícola, Ortiz de Vigón aconseja «ir de la mano de un experto» e indica que la exposición a esta temática conlleva una «descorrelación con respecto al resto de mercados, otorgando rentabilidad, además de proporcionar una cobertura frente a entornos inflacionistas en las carteras de los inversores».

Si bien, y por suerte, cada vez existen más productos regulados que ayudan a tomar partido en este sector, igualmente, apunta que los inversores primerizos cuenten con un «buen asesor que pueda elegir el mejor instrumento que encaje con su perfil -aversión al riesgo, expectativas de rentabilidad o liquidez-».

Por subsectores y geografías, Ortiz de Vigón fundamenta aquellos «subsectores que sean más resilientes» a las dificultados antes comentadas, que, hoy en día, puede orientarse al «fruto seco», puesto que se sitúa como una «alternativa a la proteína animal, y otros muchos factores saludables que aportan».

Por esta razón, en cuanto a geografías, España y Portugal son regiones claves «por su clima, horas de luz y/o recursos hídricos» y su relación calidad/coste de plantación para el desarrollo de cultivos como el fruto seco». Un punto muy a favor de estas localizaciones, debido a que, según Gonzalo, el «80% de estos frutos se consumen en Europa y Asia».

Gonzalo Ortiz de Vigón, Director Comercial de Beka Asset Management.

Equipo de Comunicación de Beka Finance.

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