¿Necesitas un empujón para tu negocio? ¿Quieres ampliar tu plantilla, comprar nuevos equipos o invertir en marketing? Si la respuesta es sí, es posible que necesites financiación. La financiación es una herramienta esencial para el crecimiento de las pymes y puede ayudarte a alcanzar tus objetivos empresariales, pero es importante elegir la opción adecuada para tu negocio. Ya sea una financiación a corto o largo plazo.

Te contamos los pasos a seguir para elegir la financiación adecuada para tu pyme. También te damos algunos ejemplos prácticos para que puedas entender mejor las diferentes opciones disponibles.

Define tus necesidades de financiación

¿Cuánto dinero necesitas?

La primera pregunta que debes responder es cuánto dinero necesitas. Este importe dependerá de tus objetivos empresariales. Si necesitas liquidez para pagar a proveedores, comprar nuevos equipos o invertir en marketing, el importe de la financiación será diferente.

¿Para qué lo necesitas?

Una vez que sepas cuánto dinero necesitas, debes pensar en para qué lo necesitas. Si necesitas liquidez para pagar a proveedores, una póliza de crédito o un préstamo bancario pueden ser opciones adecuadas. Si necesitas comprar nuevos equipos, el leasing o el renting pueden ser opciones más interesantes.

¿En qué plazo lo necesitas?

El plazo de la financiación también es un factor importante a tener en cuenta. Si necesitas liquidez a corto plazo, el factoring o la póliza de crédito pueden ser opciones adecuadas. Si necesitas financiación a largo plazo, el préstamo bancario o el leasing pueden ser opciones más interesantes.

Diferentes opciones de financiación para pymes

Una vez que hayas definido tus necesidades de financiación, puedes empezar a investigar las diferentes variables disponibles. Las principales opciones de financiación para pymes son:

Factoring

Consiste en la cesión de facturas pendientes de cobro a una entidad financiera. Las ventajas de esta opción son la obtención rápida de liquidez, la externalización de la gestión de cobros y la reducción del riesgo de impago. Sin embargo, puede implicar un coste elevado y limitar el volumen de facturación.

Una pyme que necesita liquidez para pagar a sus proveedores puede optar por el factoring. Por ejemplo, una empresa de construcción que tiene facturas pendientes de cobro por valor de 100.000 euros puede cederlas a una entidad financiera a cambio de una cantidad inmediata de 80.000 euros.

Póliza de crédito

Es un contrato en el que una entidad financiera pone a disposición de la empresa un límite de crédito del cual puede disponer según sus necesidades. La principal ventaja es la flexibilidad para gestionar los fondos, pero puede acarrear un alto coste en concepto de intereses.

Una pyme que necesita flexibilidad para gestionar su tesorería puede optar por una póliza de crédito. Por ejemplo, una empresa de servicios que tiene gastos variables mensuales puede disponer de un crédito de 50.000 euros para afrontarlos.

Leasing

Es un contrato de arrendamiento financiero que te permite utilizar un bien o equipo durante un plazo determinado a cambio de una cuota mensual.

Una pyme que necesita acceder a equipos o maquinaria sin desembolsar una gran inversión inicial puede optar por el leasing. Por ejemplo, una empresa de transporte que necesita un vehículo para sus operaciones puede alquilarlo a una empresa de leasing durante un plazo determinado.

‍Renting

Permite a la empresa utilizar bienes o equipos sin adquirirlos de forma directa. La ventaja radica en el acceso a activos sin desembolsar grandes cantidades de capital, además de incluir servicios de mantenimiento. Sin embargo, la empresa no se convierte en propietaria de los bienes y deberá realizar pagos periódicos durante el plazo acordado.

Una pyme que necesita acceder a equipos o maquinaria sin tener que asumir la propiedad del mismo puede optar por el renting. Por ejemplo, una empresa de hostelería que necesita un equipo de cocina puede alquilarlo a una empresa de renting durante un plazo determinado.

Préstamo bancario

Es una opción tradicional que implica obtener una suma de dinero de una entidad financiera y devolverla en cuotas, más los intereses acordados. La ventaja principal es la flexibilidad en el uso de los fondos. Sin embargo, puede incurrir en elevados intereses y exigir garantías o avales.

Una pyme que necesita financiar una inversión a largo plazo puede optar por un préstamo bancario. Por ejemplo, una empresa de fabricación que necesita adquirir una nueva maquinaria puede solicitar un préstamo bancario de 500.000 euros a un plazo de 10 años.

Direct Lending

Además de las opciones mencionadas, existen otras alternativas como el Direct Lending, que es una opción particularizada y que se adapta a las necesidades de financiación de la compañía, siendo capaces de diseñar estructuras de financiación al amparo del plan de negocio futuro de la empresa.

Una pyme que no cumple con los requisitos de las entidades financieras tradicionales puede optar por el direct lending. Por ejemplo, una empresa de tecnología que está en fase de crecimiento puede solicitar un préstamo a un fondo de inversión.

¿Cómo elegir la opción adecuada?

Una vez que hayas definido tus necesidades de financiación y hayas investigado las diferentes opciones disponibles, es hora de elegir la opción adecuada para tu negocio. Para ello, debes tener en cuenta los siguientes factores:

  • Tus necesidades de financiación: ¿Cuánto dinero necesitas? ¿Para qué lo necesitas? ¿En qué plazo lo necesitas?
  • Tus condiciones financieras: ¿Cuál es tu historial crediticio? ¿Cuál es tu capacidad de devolución?
  • Tus objetivos empresariales: ¿Qué quieres conseguir con la financiación?

Además de estos factores, también debes tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Los costes de la financiación: la financiación tiene un coste, ya sea en forma de intereses, comisiones u otros gastos. Es importante comparar los costes de las diferentes opciones para encontrar la más rentable.
  • La flexibilidad: algunas opciones de financiación son más flexibles que otras. Por ejemplo, una póliza de crédito te permite disponer del dinero cuando lo necesites, mientras que un préstamo bancario tiene un plazo de amortización fijo.
  • La seguridad: algunas opciones de financiación son más seguras que otras. Por ejemplo, un préstamo bancario está respaldado por una entidad financiera, mientras que un préstamo entre particulares puede conllevar más riesgos.

Estadísticas de necesidades y solicitudes de financiación en España

Según el último Informe de la Financiación de la pyme en España de CESGAR, más de la mitad de las pymes españolas ha necesitado financiación en 2022. Esta cifra refleja la importancia de contar con recursos económicos para hacer frente a situaciones adversas y promover el crecimiento de las empresas.

Las necesidades de financiación varían según el tamaño y la actividad de la empresa. Las pymes suelen requerir capital tanto para cubrir necesidades de tesorería a corto plazo como para financiar proyectos de inversión a largo plazo.

En este escenario, es crucial que las pymes cuenten con asesoramiento experto para evaluar las diferentes opciones de financiación disponibles y elegir la que mejor se ajuste a sus necesidades particulares. Además, se hace cada vez más evidente la importancia de contar con un plan de negocio completo y detallado que permita presentar de manera efectiva la solicitud de financiación a las entidades correspondientes.

Consejo final

Definir tus necesidades de financiación e investigar las diferentes opciones disponibles son los primeros pasos para elegir la financiación adecuada para tu negocio. Siguiendo estos pasos, podrás encontrar la opción que mejor se adapte a tus necesidades y te ayude a alcanzar tus objetivos empresariales.

Si no estás seguro de qué opción de financiación es la adecuada para tu negocio, lo mejor es que consultes con un asesor financiero y que también compares con las mejores alternativas de financiación para pymes. Un asesor financiero puede ayudarte a evaluar tus necesidades y condiciones específicas y a encontrar la opción que mejor se adapte a tu situación.