David Azcona, Chief Investment Officer de Beka Finance Private Banking aborda en Negocios Televisón: el contexto actual del mercado, las perspectivas para 2022 en renta fija y renta variable y la integración de los criterios ESG en nuestras carteras.

Vídeo análisis sobre la situación del mercado de la mano de David Azcona, Chief Investment Officer de Beka Finance Private Banking.

Lo que en las fechas recientes estamos trasladando a nuestros clientes no dista mucho de lo que venimos trabajando en los últimos meses, dada nuestra visión a largo plazo y nuestro enfoque de preservación de capital.

Contexto actual de los mercados

Resumimos de dos maneras lo que nos espera en el 2022:

  • Menor crecimiento, pero crecimiento.
  • Pasaremos de la recuperación expansiva a la reversión.  
Aunando el primer y segundo concepto, hablamos de reversión sobre todo en el crecimiento. Hasta este mes hemos estado bajo figuras de crecimientos anuales próximas al 5.5% a nivel global y pensamos que debe existir una convergencia de crecimientos menores, que rondaran el 4% para países desarrollados.

¿Cuáles son los motivos? Principalmente el sosiego de la demanda final. Si ponemos un símil muy navarro, los consumidores salieron como toros del confinamiento con tremendas ganas de consumir. Eso será difícilmente repetible en el 2022. Las políticas monetarias y fiscales, poniendo dinero directamente en el bolsillo del contribuyente, serán difíciles de ver. Nuestros modelos de recesión a 12 meses indican una probabilidad del 25% de que pueda ocurrir a día de hoy lo mismo, con lo cual debemos de hablar de una economía que goza de buena salud.

En segundo lugar, hablando de reversión, debemos hablar de volatilidad. Pensamos que en estos 12 meses desde que salimos de la crisis, los mercados se han instalado en una situación de mayor relax del acostumbrado. Y así lo descuenta el precio que hoy debemos pagar por cubrir riesgo. Creemos que en el 2022 la comodidad en nuestra silla cambiara:

  1. Por la inflación. Datos como el de ayer, con precios a la producción por encima de los niveles esperados, jugaran un papel importante a la hora de dar confort. A sabiendas que el efecto base debiera hacer caer la inflación, porque además están mejorando los periodos de entrega, el número de materias primas con stocks negativos es menor y la liquidez global minorara, el nerviosismo ha de estar ahí. Nuestras perspectivas son del 3% en EE. UU. para final del 2022 y del 2.2% en Eurozona.
  2. Por los propios bancos centrales. Hemos estado acostumbrados a que nos dirijan de manera telegrafiada la liquidez y el precio del dinero. La divergencia de comportamientos entre ellos y su menor previsión por evitar cometer errores como el 2008, 2009 y 2018 harán que el nerviosismo en sus comunicados sea mayor.
  3. Por la situación de la pandemia. Nuevas variantes podrían provocar lo vivido en noviembre con unas expectativas de empeoramiento del crecimiento. Creemos que para Europa podríamos observar nuevas bajadas de expectativas de 0.25/0.5%.
  4. Por ultimo y no menos importante, por la vuelta atrás dentro de la capacidad de sorpresa por parte de los beneficios empresariales. Hemos asistido a un 2021 en el que las tasas de sorpresa al consenso alcanzaron niveles próximos al 75%, por lo que sería razonable que dichos niveles fueran hacia la media del 55%. Y de la misma manera, los beneficios empresariales, que en momentos del 2021 han crecido a tasa del 50% en Europa, deberían de estar más próximas al 20% en agosto y finalmente próximas al 9% para finalizar el año.

Hemos hablado de reversión en crecimiento, en escenario de volatilidad y por último deberíamos de hablar de normalización de rendimientos esperados de los activos de riesgo. En el caso de la renta variable, con un muy buen 2019, un 2020 próximo a doble digito, finalmente en el 2021 podemos estar hablando, en estos momentos, de rendimientos del 20%. Pues bien, el 2022 debería traer rendimientos próximos al 5% de manera global.

Perspectivas 2022: renta fija y renta variable

Seguimos prefiriendo como activo la renta variable. A pesar de haber dado un paso atrás en este mes en cuanto al peso de esta, dentro de este porcentaje de nuestra cartera buscamos compañías que sean capaces de generar beneficios, independientemente del ciclo económico. Para ello necesitamos sí o sí basarnos en aquellas con ventajas competitivas y que tengan calidad.

Por lo tanto, evitaremos para el 2022:

  1. Invertir por invertir en temáticas.
  2. Crear excesos de sesgos por estilos para nuestros clientes.

Lo que debemos de lograr es que la exposición que dotemos a nuestro cliente con esta inversión le haga contar con ciclos económicos muy próximos a su realidad personal y su realidad financiera. Para ello no todas las temáticas son válidas:

Pensamos que debemos primar las grandes compañías en EE. UU. y las small caps en Europa. Aunque de manera histórica las small caps norteamericanas lo hayan hecho mucho mejor justo antes de la subida de tipos.

Y por otro lado, con un comportamiento en relativo inferior en muchos casos al 20% en Emergentes, y teniendo una buena perspectiva de crecimiento de estos, en los que prima China.

En el caso de la renta fija, algo hay que tener en exposición a tipos. Nuestras perspectivas de los tipos a 10 años están próximas al 2% vs. 1,4% actual. Pero vemos tremendo valor en dos áreas de la renta fija:

  1. Aquellos gestores que se puedan aprovechar de las divergencias que van a existir entre bancos centrales y los tipos entre países.
  2. En renta fija emergente. Rendimientos superiores al 5% en deuda emergente Investment grade, que deben ser aprovechados.
  3. Divisas. Existirá mucho juego. Creemos que pese al consenso, el dólar se depreciará globalmente,una vez que se vayan normalizando las tasas de inflación y hayamos alcanzado máximos de empleo, probablemente en el segundo trimestre del 2022. Por otra parte, el yen como elemento de cobertura puntual, es algo que valoramos positivamente.
  4. Los productos alternativos han de estar si o si dentro de la cartera, ya que como elementos diversificadores son capaces de dar esa prima de iliquidez deseada para el mejor rendimiento de las carteras y con una situación coyuntural en la que muchos de ellos no se ven afectados por el imperioso momento cíclico. Por ejemplo, en el mundo de la agricultura, dentro del Grupo Beka Finance contamos con un fondo destinado al mundo agrícola y con las miras puestas en mejorar la sostenibilidad.

Sostenibilidad en la inversión:

Desde la casa no solo realizamos una inversión en la que primamos la integración de criterios ESG, sino que estamos iniciando la promoción de proyectos de impacto y filantropía con nuestros clientes.

Es por ello, que en temas de sostenibilidad, vemos la necesidad de dar un paso más y ser referentes, así como lo están haciendo muchas otras casas españolas. De la misma manera que promovemos la transparencia en costes y razones de inversión, lo debemos hacer en la manera en la que deseamos dejar un legado para el futuro. Estamos viendo proyectos de reforestación, de agricultura, de infraestructuras, etc.

Equipo Beka Finance Private Banking.

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