En la entrega de octubre, desde la casa podemos saber que, la lectura de las encuestas de actividad e indicadores permiten saber que estamos en el punto de giro de la agresividad monetaria.

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Como venimos explicando a través de los semanales, creemos que tras haber visto como algunos Bancos Centrales frenan el ritmo de alzas en tipos es sumamente importante para las expectativas de ralentización, para el futuro coste del dinero y para los mercados en general.

Es cierto que desde el BCE (que empezó con mucha parsimonia) y la Reserva Federal de USA se están mandando mensajes que evitan caer en el engaño de que el trabajo de subidas del precio del dinero está hecho. No obstante, la bajada de las encuestas de actividad a niveles que lindan, o están en niveles de contracción, nos permiten saber que podemos estar en el punto de giro de la agresividad monetaria. Y no solo la actividad ha remitido, también lo han hecho (no es el caso de la parte subyacente) muchos indicadores de inflación futura, que auguran mejores argumentos para relajar la tensión que está caracterizando este año.


A sabiendas que la invasión de Ucrania y sus efectos colaterales marcaran el devenir de un largo invierno, creemos que lo comentado anteriormente en política monetaria, y haber dado carpetazo a la reelección de Xi Jinping en China, son elementos que minoraran la volatilidad a futuro. Por si no bastasen “las posibles noticias positivas”, todo se une en un momento que históricamente ha llevado a ganancias en los mercados de riesgo (así lo expresábamos en el semanal “compre para el pilar y venda para reyes”).


Con animo de hacer spoiler, en la portada sintetizamos las dos vertientes que definen como las grandes casas de análisis están afrontando su visión para el 2023 y años sucesivos.

En primer lugar, están aquellos que piensan que la estanflación y la asincronía mundial ha venido para quedarse en el largo plazo. Y otros, como es nuestro caso, a los que les parece sumamente temprano para dictaminar un cambio de paradigma. Recuerden que, por ahora, pensamos que estamos inmersos en un mercado alcista desde el 2009 y que, fatídicamente, 2022 debe devolver muchos de los extras que los entes supranacionales implementaron. Y bajo esa idea, unas breves pinceladas:

  1. La renta variable ex USA creemos que está por debajo de los niveles de fair value y debe subir al menos un 16%.
  2. Los tipos a largo plazo deben caer y la deuda corporativa tiene sentido, siendo capaces de cobrar un ”cupón” anual próximo al 5% manteniéndonos en carteras agregadas de grado de inversión.
  3. Mantenemos la confianza en Emergentes, donde destacamos las valoraciones “ a derribo” de toda la parte asiática, con múltiplos en mínimos históricos.
  4. Mantenemos el oro en cartera.
  5. Proseguirá la debilidad del USD desde máximos.
  6. Diversificamos en alternativos.  Prestamos especial atención a los fondos de PE orientados a secundarios y los fondos de Deuda Privada. Adicionalmente de todos aquellos que nos permitan de manera estructural descorrelacionar nuestras carteras, como el caso del fondo de Agricultura.

Quedamos a su disposición para cualquier aclaración que sea de su agrado por medio de su banquero. Recordando la necesidad de construir las inversiones desde el largo plazo y la diversificación.

Subida tipos de interés octubre 2022 por parte del BCE, entre otras países.

Equipo Beka Finance Private Banking.

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